"No trate de salir de su casa" - vociferaba Radio Mitre
Los comunicados del Ministerio de Salud repetían hasta el hartazgo que una epidemia virosica muy contagiosa se propago en Buenos Aires. Muchísimo peor que la ya olvidada gripe A. Si golpean las puertas no abran , recomendaban los medios.
Si algo se de mi país es que nadie hace caso, las calles estaban infestadas de autos, de trafico, bocinazos. En Los pasillos de los departamentos estaban reunídos los vecinos intercambiando chismes de que pasada. Los adolescentes se reian, no lo tomaban en serio. En su lugar quien haría algo distinto. Nadie se tomo en serio los mensajes de los medios. Llego el día que la Tele no transmitió mas. Solo la radio. Por un tiempo la radio nos brindo una compañia frente al auge zombie. Luego, a medida que la plaga zombie fue convirtiéndose en mayoría las radios callaron.
El panorama hoy es de una Buenos Aires silenciosa. Un cuadro difícil de imaginar. Con ruidos de diarios sueltos, canillas rotas. Vidrios rotos quizá de vez en cuando. Sobretodo, un fétido gemido, que nace de las entrañas de los no muertos, que marchan por el asfalto en busca de .....comida? Los enclenques podridos que no pueden conmigo, pero al ser millares son un ejercito de zombies, que en minutos me despedazarian. Son lentos, y son torpes, si. Pero son millones , también. Un sindicalista seria feliz de verlos, porque ellos demuestran que la fuerza de la mayoría es posible. En zombies al menos. En humanos no es tan fácil, porque teníamos ese factor que fue el mismo que nos borro ahora del mapa. Somos estúpidamente soberbios. Mira donde nos llevo la soberbia. Mentes brillantez fuimos.
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