viernes, 5 de julio de 2013

Resurge - Parte I



                Corre !!  Naatan corre !! Juraría que lo observo huyendo. Un descampado enorme, de noche, con una luz emblanquecida , reflejo de claro de luna llena por todo el pastizal. Agitado. De a ratos se patina con el lodo del suelo agreste. Corre que te alcanzan. Por aquí, por allá.  Se desliza torpemente de a ratos Unas manos podridas que se quedan solo con las harapos de mi hijo de souvenir.
                A la distancia se puede observar una casona abandonada.  Corre maldito seas! No lo piensa dos veces Abre la vieja puerta, y de un portazo  la cierra.  Una vieja casa colonial. Se habrá construido en los 40. Estilo europeo por la arquitectura. Predomina el color blanco, o mejor dicho tiza. Una cocina llamativamente pequeña teniendo en cuenta la periferia de la casa.
                El comedor es otro cantar:  de dimensiones enormes. Puedo observar una alfombra de tipo persa , de frente a un hogar a leña en estado impecable. Naatan revisa los muebles. Abre las cajoneras de chusma. Unos remedios de LabMort, unas monedas, un fajo de billetes. Nada útil, como hubiera sido encontrar una escopeta. Es llamativo las cabezas de ciervos, y osos colgados como trofeos de un cazador furtivo arriba del hogar.
                En las ventanas se dibuja unas sombras chinas macabras. Cada ventana dibuja unas siluetas cuasi humanoides. Una veintena de manos golpean los ventanales. Naatan esta aterrado, puedo ver su rostro de panico, petrificado de miedo. De repente alguien entra por la puerta. No la derriba. Entra relajadamente. Naatan lo mira, sus ojos se mojan, unas lágrimas ruedan por las mejillas. ¡ Papa! ¿Eres tu? Naatan corre y salta encima de ese hombre. Lo abraza. Lo deja casi sin aire.
                El padre acaricia el cabello. Observa las ventanas. Entre el desfile de mordidos cadáveres parlantes, puede reconocer  solo uno. Con cabellos largos de tono rubiones, con parte del menton derruido, parte de la dentadura amarillenta con la quijada exhibida. Una hembra es la que mas se esfuerza por quebrar en mil pedazos los vidrios. El padre de Naatan se le aproxima. Perplejo reconoce en ese cuerpo a lo que había sido su amada esposa.

- Oh Dios, eres tu ? De verdad eres tu ? ---- Exclama

El cadáver de pronto clava su mirada, parece fruncir sus cejos, y arrimar su cabeza en dirección a el.

-- Unetenos- 

        Los vidrios estallan al unisono. Los cuerpos caen por inercia uno arriba de otros, como fichas de dominó, dentro de la vieja casona. El comedor empieza a ser invadido por los fétidos no muertos. La única ventana intacta, sin romperse aún, es de la mujer zombi.

 -- Unetenos -- Insiste la mujer. -- Deja de huir ---

       El padre da unos pocos pasos atras. La mira como si en ese pedido implique mucho más que esa simple acción. Como si representase la muerte misma. Pero no la muerte que te regresa a la vida como un caminante errante. Algo peor que eso. La muerte como la nada misma. La muerte de ideales, de propósitos, de voluntades.  O peor, la voluntad comprada.

      Unos zombis atrapan a Naatan, y se lo llevan por el mismo lugar que entraron. Naatan extiende su mano pidiendo que el padre lo socorra:

-- Padre, ayudame !!! Por favor !!! Padre --

     El cuerpo de Naatan se desvanece dentro  de la temida oscuridad del ventanal roto.

      El padre se toma la cara nerviosamente, empieza a respirar agitadamente. De pronto empieza a dar unos fuertes alaridos desesperados:

--- Nooooo !!! Natannn !!! Noooo, tu nooo !!!

     El padre se gira bruscamente a la ventana. Con ojos furiosos le habla al moribundo cuerpo demacrado de la mujer:

---  Tu nunca lo quisiste, tu nunca tuviste las agallas para criarlo en este mundo --

De pronto el aspecto de la mujer zombie fue tornándose agresivo, con muecas de odio a los reproches de ese hombre.

--- Tu tomaste una decisión, una decisión cobarde, de sumarte a las hordas de estos condenados. Pero Naatan no tuvo algo que tu tuviste y que yo también tuve...

La mujer zombie daba pasos atrás , y retrocedía a sus pares

-- No tuvo la oportunidad de elegir, tu elegiste huir, y yo también elegí. Elegí tomar la decisión mas difícil, la mas dolorosa....

El padre de repente con sus manos, le dio un fuerte golpe de puño a la ventana. El vidrio se quebraba. Otro golpe, el vidrio se quebraba en mas pedazos. Un ultimo golpe furioso lo quebro, despedazado por mil partes. El grito del padre mientras lo hacia, aterraba a  los zombis de la casona, que se tapaban los oídos:

Naatannnn !!!! Natannnnn !!!!

   
 Mis ojos se abren. Me encuentro en la camilla de laboratorio LabMort. Fuí atrapado y drogado por un cientifico francés que no se donde está. Es hora de ir en bisqueda de mi pequeño Naatan. Es hora de volver....

( Continuara)

jueves, 8 de marzo de 2012

Conoce a LabMort Laboratorios - Parte II -

        Su nombre es "tetrodotoxina", una potente toxina descubierta por un pescador en las costas de Haití. Esta toxina es mortal en grandes dosis, pero en pequeñas es capaz de reducir los ritmos cardiacos y signos vitales hasta el punto de simular la muerte. Fue usada por un lapsus de tiempo por los "bokor" de la isla, hasta que un  Laboratorio de origén francés, de nombre LabMort, se interesó en la misma.
       Instalado LabMort en Haití, empezó una misteriosa explotación marina. No importó la centena de conjuros ni el vudú en contra por parte de los viejos brujos de la isla, mucho menos las movilizaciones en protesta de la explotación laboral de la empresa. Haití era una isla que nadaba en Petroleo. ¿Porque LabMort solo explotaban la pesca?
       En rigor de la verdad, no era el unico laboratorio interesado en la toxina. HARP Laboratory, de firma norteamericana tambien lo estaba. Este laboratorio era tan siniestro como el primero. Tenía miles de denuncias por oscuros manejos de fondos de miles de millones de dolares invertidos en armamentos militar con la OTAN e inclusive la ONU.
        La batalla legal por el uso de la patente llegó hasta las cortes internacionales. Sin embargo, se llego a un misterioso acuerdo: LabMort renunció a toda denuncia o investigación acerca de los origenes de los fondos de inversión que manejaba HARP Laboratory, a cambio, este declinaba al uso de la patente de la tetrodotoxina. Labmort  aceptaba el acuerdo, solo si los fondos de inversión de HARP erán monitoreados en conjunto con la ONU. En sintesís, la corte dio luz verde a la creación de dos "mega" monopolio que tenían fondos de inversión de dudosa procedencia legal.
        Ernesto "Che" Guevara afirmó que no se podía hacer una revolución a espalda de los yanquis ; dejenme agregar que,  muchisimo menos pudo haber surgido el Holocausto Z sin su consentimiento Lo cierto es que hubo un siniestro pacto de silencio entre LabMort y HARP que se quebró demasiado tarde. Los canales de noticias como la FOX, CNN, REUTERS, AP  no abrieron la boca por intereses  Miles de millones de conciencias fueron silenciadas por miles de millones de dolares. Solo la prensa libre hizo su valeroso, pero inutil intento de denuncia a la corte internacional. Las restantes denuncias  fueron "oidas"por una ONU complice del denunciado.
       Tampoco sirvió el valiente intento del sabotaje informatico al Pentagono por parte de la Red  "Anonymus", las denuncias teatrales en París por parte de GreenPeace, o la espontanea marcha de jovenes "indignados" en todas las sedes de Europa de los laboratorios.  La "tetrodotoxina" ya estaba metida en las venas del mundo. Era solo cuestión de tiempo.
      Los Gobiernos, que nacieron como garantes del Estado de Derecho, se vieron obligados a tomar un brusco giro politico. Se proclamó el E.M.S (Estado de Sitio Mundial). Las ensanchadas columnas de infectados siendo reprimidas por la infantería era una imagen repetida en el noticiero de las ocho. El concepto "zombi" estaba en su etapa  germinal. Se debatió calurosamente este asunto, empujado en especial por la Iglesía Catolica que argumentaba que esas personas fueron resucitadas como lo profetizaba las Sagradas Escrituras.
     Aemás la prensa mundial insistía en rotularlos como "infectados" porque se manejó la posibilidad de curación. El razonamiento era este : "LabMort lo hizo, LabMort lo soluciona.". Se especulaba que el antivirus estaba en la sede central de Haiti. Esperando con cautela que sucediera todo esto, para poder vender el antidoto a un costo muy barato y masivo. La estrategia de marketing era una jugada arriesgada, pero brillante si se hacia en tiempo y forma. Pero no se tomo en cuenta el factor azar como variable. "Dios no juega a los dados", afirmó el fisico Albert Einstein, mucho menos debió hacerlo LabMort. Se pago muy caro ese error fatal.
      Con una magnitud de 7.0 con epicentro a 15 Km de Puerto Principe. Un sismo con replicas en Cuba, Jamaica y Tobago con una profundidad de 10 Km había provocado millones de muertes en Haití. Las muertes no fueron tapa de los diarios. Muertes sobraban. El mundo lamentó haber perdido toda esperanza de conseguir la cura. Con LabMort en ruinas y sin la logística para distribuir el antidoto internacionalmente, el mundo firmaba su sentencia. Condenado al Holocausto Z.
        Aún recuerdo que antes que los medios dejarán de transmitir (pues... ¿Quienes lo verían? El "rating" era ahora un concepto obsoleto) hubo una brevisima transmisión en todas las cadenas de Noticias del CEO de LabMort, Olaf Narcisse. Este responsabilizaba del terremoto de Haití a HARP Laboratory. Acusaba que tenían guardada una poderosisima arma secreta capaz de producir desastres naturales. Por supuesto, nadie le creyo.
       La sociedad argentina entraba en periodo de "oscurantismo.". Un brote de religiosidad desenfrenada y fervorosa . Miles se rindieron, bajaron los brazos, agotados se dejaron devorar voluntariamente por los infectados. "Entregate a Su Voluntad", rezaban las pintadas en los carteles de cartón. Las Catedrales se llenaron de devotos, miles de millones marcharon con velas a las Iglesias. Para muchos las profecias del Apocalipsis y sus jinetes se estaban cumpliendo al pie de la letra.
       Las bocinas, las sirenas, los disparos se me vienen a la mente como si fuera ayer. Pero mas me acuerdo de los gritos de las victimas, los gruñidos de los infectados devenidos en zombis. Los seres queridos devorandose: una niña encima de las tripas de su padre, una esposa incapaz de acuchillar a su marido resucitado, una maestra jardinera dejandose morder por cientos de niños del jardín, un policia de la Federal volandose los sesos con un arma en vez de protegerse, un sacerdote apoyando la cruz en la frente de un adolescente con los ojos emblanquecidos.
      Se tomaron medidas extremas, que hasta me cuesta plasmarla en letras. Muchos asesinaron a sus propios bebes y niños. Familias enteras se mataron en macabras rondas de  ruleta rusa. Tambien muchos se tragaron sus pertenencias,  se metieron por todo orificio existente con tal de evitar el robo de las patotas urbanas. El paisaje era identico al de la nevada blanca en Bs As del cuento del Eternauta.  Salía a flote el lado marron de los porteños. Amanecía Bs As mas muerta que viva. "No llores por mi Argentina, te quiero cada día más" rezaba una canción. Nadie la oía.  El amanecer de los muertos había surgido.

      
      
[ El posteo de este blog es de mi exclusiva autoria. Se prohibe la copia o divulgación de dicha información sin mi autorización siendo una violación de la ley de propiedad intelectual ]
    

miércoles, 8 de febrero de 2012

Conoce a LabMort Laboratios.

    
         A la Ciencia le da lo mismo si son Yorkshire Terrier, o Foxtierrer de pelo duro para sus ensayos. No necesita perros finos. Laborarios LabMort sabe esto. Ese laboratorio de origen Francés, pero con misteriosa sede Central en Haití, tenía una sucursal de Latinoamérica en Buenos Aires. Ubicado sobre Avenida San Juan, esquina Pichincha. Pleno Barrio de Congreso.

           No fue fácil animarse. Mucho menos sabiendo que con cada decisión, esta implicaba llevar acarriado a mi hijo Naatan. Lo cierto que desde Puerto Madero no era mucho viaje, eso me alentó debo confesarles. El plan era inmiscuirnos por el barrio de San Telmo y llegar sin apuro. A paso de hombre. Fue curioso ver en el camino a los zombis deambulando por las calles empedradas del viejo barrio de SanTelmo. Una zona que albergo en su pasado a la Aristocracia Porteña, ahora estaba repleta de cadáveres al sol, zombis pegados a las vidrieras de antigüedades, y ex hippies con sus artesanías en mano ofreciéndolas al éter.

            Lo curioso es que siempre pensamos que la muerte era el fin de la acción. Pero la plaza Dorrego estaba llena de "vida". Juraría que desde lejos, parecía un domingo de sol cualquiera. Pero de cerca, eran los engendros del demonio. Lo que define su razón de ser, era el afán de devorarnos. Las que eran manos sucias mendigando monedas para gambetear la vida, ahora son cadavéricas falanges en busca de carne humana para esquivar la muerte.

           La fachada del Laboratorio era imponente Un piso de 20 Pisos. Desde afuera todo vidriado, polarizado y con estructuras modernas de metal. Estaba diseñado para ver desde adentro. Las puertas vidriadas estaban desquebrajadas de los furiosos golpes, de la bronca de los porteños, supongo. Evidenciaban mucha furia esas paredes internas. Papeles en el piso, teléfonos descolgados, arañazos en la pared, cuerpos marrones, negro brilloso con mechones de cabellos rubios a trasluz en impecables batas blancas. No eran anónimos como los zombis de San Telmo, no. Todos tenían una inútil tarjeta identificadora. Era llamativo que no hubiera zombis a la vista. ¿Quizá esos condenados sabían que aquí se alojaba el origen de la maldad? No me percate que mi mano apretujaba su manita al punto de hacerle sonar los huesitos.

 -- Me lastimas, papa!! Auchhh.---

-- Perdóname hijo, lo siento ---

           Una puerta de metal cromada, muy parecida a una puerta de Bóveda de Banco estaba frente a mí. Un cartel rezaba : Zone de restriction. Made in Haiti decía. Me dio risa, en Haití no se fabrica nada para los haitianos. Siempre son para los otros. Triste destino vivió Haití, que luego nos hizo beber a todos de ese horrible ajenjo. El mundo que siempre fue egoísta, estaba ahora hermanado por la calamidad Z.

            Para mi suerte esa Bóveda estaba abierta. Menos mal, porque no había modo, ni recursos para abrirla. Un hedor de golpe invadía mis fosas nasales. Naatan no resistió y tuvo arcadas. Le pedí que me esperara afuera.

 -- No tardare, lo juro ---- Le dije.

-- Si, Papa--

-- No te muevas de acá-- Ordené

         Naatan asintió con la cabeza. Estaba oscuro. Para nada silencioso. No pude identificar el sonido. Pero me resultaba familiar. Decidí caminar unos pocos pasos más. Con cada paso me alejaba de Naatan. Me preguntaba constantemente si valía la pena lo que hacía.

 -- Algo me está rozando!!-- Grite desaforado

         Mi mano tanteo en la oscuridad la pared, e instintivamente apretó algún botón. Fue como ver el amanecer recién despierto. Una luz blanca me cegó por un instante. A medida que pude ver percate que eran las luces fluorescentes que se encendían. Finalmente, pude ver donde estaba. Me rodeaban ciento de camillas, en ellas estaban atados de todo un poco: cadáveres que eran piel pegada al hueso, zombis mutilados en permanente quejido. Pero nada se comparó con lo que pude observar en el fondo de esa sala lúgubre.

         Un pequeño cuarto de monitores. Estaban funcionando!. Eran los ojos de LabMort que no se cerraron nunca, ni siquiera después del fin. Observe un hombre que estaba sentado, el "voyeur" de esas pantallas. El hombre se fijó en mí. Se percato que lo observaba, no disimulo una mueca de resignación. Era claro que no pretendía ser descubierto. Giro su cabeza como si fuera una especie de saludo, y me empezó a hablar sin más preámbulos


-- Vous êtes brave ami du mien, je l'avoue-- Dijo

Mi rostro me habrá delatado, ya que el hombre arqueó sus cejas


--Maintenant, sortez d'ici, cet enfant que vous avez apporté avec vous est ce que les membres des gangs ont été -- Exclamó


Al seguir en silencio, esto lo enfadaba aún más.


-- Courir pour votre homme enfant stupide !!! --- Grito


          Su dedo índice señaló frenéticamente los monitores. Entendí que el hombre desde allí pudo ver como ingrese a LabMort. ¿Le habra molestado que haya violado la Propiedad Privada? Un término que anticuado en esta Buenos Aires Post Zombi. La único "privado" era mi vida y la.....

         Súbitamente, un arrebato me vino. El Planeta, esa pelota de trapo que giraba se frenaba en mí mente. Un nombre me vino a mí: Naatan exclame. Naatan!!! Mi Naatan!!!!

          Estuve a punto de irme de allí hasta que el misterioso hombre me tomo de la muñeca. Su fuerza descomunal, digna de una bestia enfurecida, me detuvo. Intente inútilmente sacar sus garras de mí, pero de su bolsillo saco una jeringa que clavo directamente en mi cuello. Intenté sacármelo una vez más. Finalmente cedieron sus manos. Empecé a sentir un ardor en el cuerpo. Un fuego ardía dentro de mí. Mis manos empezaron a sentir un hormigueo intenso, que lentamente se expandió a mis brazos, seguido por mis hombros. Mis débiles piernas no aguantaron más, cedieron cayendo vencido a una silla.

       Naatan, mi Naatan. Decía ¿Como pude ser tan estúpido? He fracasado. Perdóname Naatan. Perdóname. Mis pestañas pesaban tanto. Mi corazón desaceleraba. Mi respiración enlentecía. El hombre de los monitores me miro con cierta ternura. El mismo rostro que tendría un Nazi en una cámara de Gas. Alzó mi cabeza con su mano. Me miro fijo a mis pupilas antes que me desvanezca.


--- Vous êtes chanceux, vous êtes ici. Reste maintenant pour parler plus tard.--


         Por la droga o el idioma seguí sin entender. No importaba. Había fracasado. Mi Naatan, mi niñito de 6 años estaba en las calles en medio de feroces zombis, o sobrevivientes sin escrúpulos. Intente no pensar lo que inefectivamente pensaba. Estaba en manos de dios. O del hombre de los monitores. Entre parpadeos forzosos para no ceder a la inyección que me había dado pude divisar la puerta que abría ese hombre, un cuarto repleto de cuerpos. Un zombi con una sonda en la nariz, y un suero en el brazo. ¿Ese era mi destino? Al lado del zombi un hombre abarrotado, tenía una cresta de cabello peinado en punta hacia arriba, en los costados de la cabeza estaba afeitado, lucía una campera de cuero negra con tachas metálicas, pintada con aerosol. En la nariz tenía un percing con cadena a la oreja.

-- Suéltame Maldito!!--- Sueltame - !! Gritaba en vano.

-- Ya verás que mis hermanos vendrán por mí y te echaran como alimento a los podridos --!!

           El misterioso hombre de los monitores no contuvo la risa, acarició los cabellos resecos del zombi de la camilla. Hasta juraría que le expresaba cierta ternura. De pronto posó la mirada a lo lejos en mí.

            Lo mire fijo a los ojos. Sostuve con todas mis fuerzas la vista. "Mírame, maldito"- Me dije. "Mírame maldito verdugo, gestor del Mal Si pudiera escapar te mataria por haber perdido a lo que mas amo en mi vida"

Puso su mano en mi frente. Sin pestañear me dijo algo entendí:

-- Descansa --

En ese momento caí desplomado a la silla como un títere que le cortaron los hilos.



Continuara......

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jueves, 29 de diciembre de 2011

Hay una Cura a este Mal?

   Atardece en la mitica ciudad de Buenos Aires. El sol va mermando su calor, los intensos rayos que bañaban mi piel a la tarde, ahora van menguando. Las sombras de los abandonados edifcios se van corriendo lentamente de posición. Se despide esta estrella ardiente de esta ciudad de pobres corazones. Unos zombis se disputan por un pedazo de pierna. Tironean la carne fetida, y casi sin parpadear se llevan a los dientes amarillentos, los trozos de carne humana.
    Recuerdo que antes, al caminar si me cruzaba con un niño le sonreia. Me fastidiaba que creyeran que en este mundo no existia mas la bondad. Ahora, al unico niño que intento hacer sonreir es a mi Naatan. Para ser justo, el me hace reir mucho mas a mi, que yo a el.
     En un breve momento de distracción en Palermo, Naatan me tomo la mano y me pregunto:

-- Papa, podremos curarlos?--
-- Que dices Naatan?-- Pregunte
-- Los infectados, no existira una suerte de cura magica?--- Me dijo
-- No pierdas el tiempo pensando cosas imposibles hijo -- Sentencie.

   Pero no era una mala pregunta. Esta locura empezo con LabMort, un laboratorio Frances, con sede Central en Haiti. No sería una mala hipotesis la idea de que el mismo Laboratorio que tuvo la enfermedad, pudo haber tenido la cura. Es un manejo muy comun de los laboratorios. Descarto toda la parte "magica" de esta infección. Muchos alegaban que esto era producto del castigo Divino, o de la magia vudu negra de Haiti, o de la famosa "Gran Muchedumbre" proclamada en el libro del Apocalipsis.
     No, esto era cuestion claramente cientifica. Este virus podia levantar a los muertos. Su infeccion al ser viral tenia un poder de propagarse a pasos agigantados. Sin motivo, ni necesidad de alimentarse, estos muertos tenian la avida urgencia de devorar carne humana fresca. Los virus no tienen sentimientos, si un pariente era mordido no importa que haya sido tu esposa, tu hijo, tu amante o tu mejor amigo. Corre o matalo. Muchos dicidieron morir por mesclar los sentimientos. Pocos sobrevivieron siendo calculadores y frios. Ningun humano que me he cruzado hasta ahora ha llegado a estar vivo sin haber matado a un zombi. Ni siquiera Naatan. Pero eso es otra historia que contare en otro momento.
      ¿Existe una cura para este mal? O esta pregunta es producto de una raza orgullosa en extincion. Quiza esta "Gran Muchedumbre" haya venido a tomar posesion de lo que profeticamente rezo por miles de años las Sagradas Escrituras. Ese "Nuevo Orden" era esto. Una generación de zombis que han venido a vivir para siempre. ¿No habla la Biblia de la vida eterna? ¿No habla que no existira mas la muerte y el dolor?
       Quiza el hombre en su estupida, persistente y forzada tosudez, creyo que herederia el Reino de los cielos con la condición de como era. Quiza sea momento de ceder. De entregar la posta. De darle la mano a esta muchedumbre sin que nos la muerdan. ¿ Estare enloqueciendo? ¿Justificando mi debilidad? Como puedo pretender creer que un grupo de cadaveres animados con instintos basico de motricidad puedan tener derecho a poblar Buenos Aires. Si asi fuera, si existiera un Dios. Nos debería odiar. Si, por el simple hecho de reducir a nuestra raza que construyo puentes gigantes, trenes, aviones, barcos, la boba atomica, en esto: condenados zombis.
      No fue Jesus quien dijo, ¿de que sirve ganar el mundo si uno pierde el alma? Pues, el mundo es de ellos. De los sin-alma. Quiza ahora entendamos la verdad, lo esencial. Apreciemos lo que siempre importo. Un abrazo de un hijo. Escucharlo, amarlo, reirnos, jugar. Quiza somos ganadores. Estamos arriba del podio, y vemos ¿Que vemos?
       Lo que narraba al principio. Una ciudad que se oscurece. Como se oscurecieron los corazones de miles. Que cede su lugar a las sombras. Reina la noche. Zombis al acecho. Infectados segun Naatan. Con chances de curarse. Quiza sea momento de arriesgarme e ir a Laboratios Labmort, y ver con mis propios ojos si pensar en una cura es posible, o es una causa perdida. No se olviden que lo ultimo en salir de la caja de Pandora al ser abierta , fue la Esperanza. Es lo ultimo que se pierde, pero atentos, que se pierde.

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viernes, 23 de diciembre de 2011

LLuvia de Diciembre

     Un rayo parte el cielo. Divide la negra noche en dos mitades de Nada. Esa luz tan poderosa que fuerza a tapar mis retinas, tan poderosa, pero tan inutil me recuerda mis esfuerzos diarios de sobrebvivir a mi pequeño Naatan. Me pregunto si ese esfuerzo sera en vano. Llueve copiosamente en Buenos Aires. Estoy fumando un cigarro que encontre de milagro perdido en ese Farmacity de Puerto Madero. Con cada pitada, aspiro la triste realidad.
   Desde aqui, se puede apreciar a los no muertos marchando en la lluvia. Es evidente que les molesta mojarse, pero no pueden evitarlo. El agua se acumula en canaletas, forman inmensos charcos de agua sucia. Nadie barre la ciudad. Poco a poco se inunda hasta llegar el agua a los tobillos de los zombis. A excepción de algunas zonas donde veo el agua correr con furia a las bocas de tormenta. Quiza la vista me juegue una broma , pero juraria que veo manos, muchas manos saliendo de los huecos. No es broma, una vez un viejo hincha de Atlanta que me cruce en el camino me lo había jurado. El pertenecia a Metrovias, una empresa de Subterraneos. Juraba que luego del caos , los zombis que estaban atrapados debajo de la tierra, ahora se acostumbraron a la oscuridad. Son como murcielagos , que se adaptaron al habitad. Debe ser ese motivo el que los hace esconder sus manos frente a los relampagueos constantes. Hijos de la oscuridad, huyen de la luz.
     Aun no he terminado mi cigarro. Naatan duerme abrazado a un oso de peluche. Ni se ha mosqueado por los truenos. Que sana envidia le tengo. He dejado de dormir hace mucho tiempo. No dormia cuando el nacio, mucho menos ahora que todos murieron. No se si la lluvia me ha vuelto estupido o que, pero se me ocurre que somos como hijos de la luz, o que somos portador de relampagos. Esta ciudad ha caido en gracia, los ojos de dios se han ido de aca. Esta energia que mueve a toda esta podredumbre, no es precisamente "Divina".
    Mis ojos han visto muchas cosas raras. Aun recuerdo a ese sacerdote que recojimos camino a Miramar. En ese momento con mi esposa creiamos que cerca del Mar no habria infectados. En el camino un sacerdote hacia dedo, y por insistencia de mi mujer lo hicimos subir al coche. Este nos narro un cuadro dantesco.
       Nos conto de un exorcismo de una niña de 12 años. Rosana, una pequeña de un pueblo cerca, Choele Choel. Cuando el toque de queda ya era inutil, o demasiado tarde, la niña totalmente atada a la cama, invocaba demonios en latin. Sus ojos desorbitados, y su boca babosa, exudaba comentarios impropios, insultantes y maleficos. La voz que emitia de su garganta era gruesa, firme.
        El sacerdote juraba que ese ente que se había apoderado de Rosana, estaba relacionado con los zombis. Muchas de las palabras que decía eran inentendibles, pero solo una puedo interpretar el enclenque sacerdote:

"Hijos del Hades, preparen el Reino de Beelzebu"---

       No sabre nunca si esas palabras eran ciertas, o fueron producto del miedo de ese sacerdote. Pero cuando pienso en que fuerzas son las que mueven esta horda de demonios avidos de carne fresca, la idea pareciera encajar. Hasta una vez el sacerdote trato de exorcizar sin exito a un zombi, según contaba. El cigarro se acabo. Sigue lloviendo fuerte. Es hora de aterrizar, y finalizar estos vagos divagues. Mi niño duerme, mi Naatan descansa. Me han dado unas ganas tremendas de abrazarlo.

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domingo, 11 de diciembre de 2011

Noche de Paz....de cementerio.

Ya saben. Resulta que una persona llamada Jesús vino a dar su vida por ti. Éras la escoria, el valet parking que estaciona los BMW que nunca seran tuyos en las fiestas en las grandes mansiones, el bobalicon que oye a tu mejor amigo que , en verdad, te tiene lastima y por eso mismo te narra al detalle como se fornico a la rubia que te excita. Todo eso eras, o aun sigues siendo. No lo se. Solo se que fue un 24 de diciembre. No habrá mas muerte, los seres queridos volverán a la vida. Esa fue la promesa de Jesús de nazáret. De hecho, el mismo resucito y ascendió a los cielos.
Pues amigos, Cristo cumple. Los muertos han resucitado. Los seres queridos han vuelto. No hay duda de ello. En este mes de Diciembre, he conseguido, casi arriesgando mi vida , sacar una botella de champagne. Algun pan dulce que no este vencido, frutas secas, turrones, maníes de chocolate. Me impacto ver en una juguetería unos pequeños tratando de agarrar un buzz lightyear que estaba arriba de la góndola. Por un instante dude de bajarlo. Pero que estúpido soy. Entre Buzz y yo, me devorarían en mil pedazos a mi. No son niños, metelo en tu cabezota - me decía.
Al fin encontré algo que sabia que a Naatan le encantaria. Unos crayones con varias hojas de cartón para que pinte. A Naatan le encanta dibujar, es un buen pasatiempo. Además es silencioso, los juguetes ruidosos eran imanes de no muertos. De ese modo, me escape de esa juguetería ubicada en el ex centro porteño. Mire de costado, y volví a ver esos niños que estiraban sus manitas tratando de alcanzar al inaccesible Buzz Lightyear. Otra vez me agarro ese arrebato de estupidez. Pero no era ser estúpido. De algún modo, no lo hacia por ellos. Lo hacia porque mi. Aunque implicaba arriesgar mi tonta vida, ese Juguete era mas importante para mi que lo era para esos niños perdidos. Fue así que desde la tienda de deportes de la juguetería tome prestada una pelota pequeña. Me tome mi tiempo. Errar es perder mas que el partido. No me olvidaba que afuera había mas zombis hambrientos. Tenía tantos argumentos en contra dentro de mi cabeza. Miles. No me pregunten porque ni como, pero esos niños me recordaban a mi Naatan. Quien sabe si ese Nazareno que resucito ya no lo habría hecho como zombi. Y los relatos escritos por los hombres hace miles de años atrás no lo fueron deformando en un acción lenta, pero perfecta a lo largo de la historia en un Mesías. Acaso no invito a comer su carne y beber su sangre. No es eso el mismo desafío que presento a diario a todos los no muertos de esta podrida y hedionda Buenos Aires.
Mi sacrificio no seria en vano. Arrojar ese juguete tampoco. Resucitaría en menos tiempo que en 3 días. En 15 minutos, un nuevo récord. Resucitaría el humano en mi. Elevaría al cielo mi suerte de plegaria al Todopoderoso. Quien sabe tus planes, ni porque hoy vivimos rodeados de muertos. No fue capricho de Dios. Pero quiza se harto de oírnos. Pero ese pelotazo a la caja de juguete se iba a oír. Bingo. Un golpe perfecto y certero. No pude a quedarme a ver si los niños abrían la caja, o preferían caminar destartalados a mi. Eso al final lo elige uno. Que creer, no. Quiza fue mi débil intento de resucitar el humano en mi. Por un instante funciono. Luego se fue. Cuando llegue a mi morada de momento, abrimos el champagne muy callados. Brindamos en improvisados vasos de cartón de cumpleaños. Diciembre es el mes de los deseos. Pero cuando uno sobrevive todos los días, los deseos están en parte cumplidos. Entonces, lo que eran deseos en la vida anterior, ahora son sueños. Yo los había perdido. Pero por suerte, estaba Naatan con su regalo en mano. Naatan era mi embajador de los sueños. Salud !

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sábado, 3 de diciembre de 2011

Azucena Parte II

La niñita había pegado el grito en el cielo. Naatan me lastimaba de la mano de la fuerza que me la apretaba
- No me dejes Papi- sollozaba.

La mujer en un pestañeo corrió hacia la niñita. Lo que vimos fue un cuadro necrologico sugerente. En el piso de la farmacia había un cadáver en un estado muy avanzado de putrefaccion, el rostro estaba en un estado semi cadaverico, excepto por los dos ojos que estaban desorbitados, pero enteros. El cuerpo emanaba un hedor típico. Su mano estaba agazapado a una muñeca de lana. El cadáver tenía un uniforme de policía.
La niña estaba petrificada frente a esa escena. Seguramente no fue el primer cuerpo que vio. Pero vaya uno a saber que la movilizo para pegar semejante alarido. Lo que estuvo claro es que el desconcierto era de Naatan y mío. La mujer al ver la misma escena, la abrazo muy fuerte, en pleno entendimiento del comportamiento de esa niña.
El grito tuvo su efecto. En las puertas de la farmacia pudimos escuchar los pasos rastreros de los no muertos. Sus gemidos fétidos, sus golpes al vidrio se hicieron presentes. Improvisamos un azaroso plan B al huir por los baños del fondo de la Farmacia. Los niños pasaron sin dificultad por las ventanas. En tan solo media hora la farmacia estaba poblada de zombis ex ricachones de Madero.
Una noche mas, cuantas van. Ya perdí la cuenta. Es el paso previo de perder algo mas importante. Perder el sentido de todo. Por suerte mi síntesis de mi existencia estaba adelante mío, tirado en una improvisada cama. Lo cierto disfruto de ver a Naatan durmiendo. Me emociona, y como estúpido hay veces que lloro de tan solo verlo. Eso solo era ya un motivo de estar vivo, y no andar como zombi por Buenos Aires.
La niña no podía conciliar el sueño. Esa imagen lo había traumado. Cuando , finalmente se durmió. Hable con la mujer. La verdad que lo hacia por Naatan, que estaba realmente preocupado por ella. Le prometí antes que se durmiera que averiguaría que le había pasado. Podía entender sin dudas los motivos de sus tristeza. Tan solo miren la ciudad. Buenos aires olía podrido. No eran los tachos de basura. No. Todo había cambiado. Los muertos reinaban las calles. Quiza ver ese policía muerto, ese símbolo de autoridad, autoridad perdida era lo que golpeaba duro en esa niñita hermosa. Quiza ese policía que sujetaba con firmeza esa muñeca, era un símbolo de un padre que trato, inútilmente de aferrarse a su niña. Eso explicaba tanta protección de parte de su madre. Quiza sea eso.
Esa niñita era una muñeca. No pertenecía a este mundo. Quiza alguien que envistiera ese traje de seguridad era lo que mas necesitaban ahora. Si era eso, conmigo no podrían contar. Nunca fui una persona segura de mi misma. Es mas, me enorgullezco de mi inseguiridad que me ha permitido estar vivo contando esto. Podría si, volver a hacerle el amor. Pero eso de confiar jamás. Mi prioridad era Naatan, y ella lo entendía muy bien.
Ella en un momento de debilidad, no puedo guardarlo mas, en un mundo de muertos, hablarlo quiza la redimía. La hizo sentir paradójicamente viva. La idea era mucho mas simple de lo que creía. Su padre fue un alta funcionario político de un mundo que no existía mas. El padre tenía la costumbre de prepararse un whisky a la noche. Preferentemente, si lo preparaba la niña. Eso siempre era después de drogar a la esposa. Su pasatiempo preferido era verla pintarse los labios con sus manitas diminutas. Acercarle el escocés y obligarla a bailar. Si se negaba era peor. Se ponía violento, bah, mas violento quise decir. Si hacia lo que su papa pedía había un premio. Dormir sin marcas. La mujer muy raras veces se retiraba las manos del rostro cuando me confesaba estas bajezas. Entendi que era injusto con este mundo post zombi. Añoraba un mundo en donde ya existían los monstruos. Solo que se escondían bastante bien de los humanos. Maldito hijo de perra que recibió su merecido. Bah, la ultima palabra seria de la niña. Y por su ultima reacción las llamas del infierno seguían encendídas.

Continuara....

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